domingo, 18 de noviembre de 2012

CAPÍTULO8: Castigo o expulsión. Más que la simple lealtad.


CAPÍTULO8: Castigo o expulsión. Más que la simple lealtad.


Castigo o expulsión.

Al entrar vi a mis padres sentados en dos sillas junto a la mesa de la directora. Entre toda la cantidad de papeles había una carpeta bastante gruesa con mi nombre en mayúsculas.
Marísa se sentó en su silla y yo en la que quedaba libre, justo al lado de mi padre.

-Muy bien ya estamos todos.- Marísa clavó la vista en mi- Leonor estabas avisada, ya lo sabes. A la mínima queja que tuviesemos de ti sería expulsión- vi el puño de mi padre abrirse y cerrarse a gran velocidad.

-Hermanita, ¿por casualidad no sabes algún reformatorio que haya muy lejos de aquí?- mi corazón se paro al oír a mi padre.- Esta niña me tiene ya cansado.

-Marisa, ¿puedes hacer algo lo que sea para que no haya que expulsarla?- mamá tenía los ojos cristalino, el estómago se me encogio, ¿tan problemática era?.

-Me temo que no, aunque...

-No.- me cruce de brazos sabía que iba a decir y me había amenazado muchas veces con eso.

- Vendrá durante dos meses al colegio por la tarde a ayudar a las limpiadoras a quitar chicles de debajo de los pupitre.

-Prefiero la expulsión.


Mis padres aceptaron ese asqueroso trabajo, mi padre le pidió a mi tía que envede dos meses que fuese hasta el final de está evaluación.
Al entrar en la clase de informáticas todas las miradas se fijaron en mi. Fui a mi ordenador que estaba junto a Cris y Mariel.

-¿Cómo te fue? Te han expulsado ¿verdad?

-Nop- le sonrei- querida Mariel, por culpa de unas chibatas tengo que pasarme toda esta evaluación quitando chicles de los pupitres.

-¿Alguien me explica porque Inés se va con la nueva?- Cris no apartó la mirada de ellas.

- Pues al parecer Sofi es su mejor amiga desde que ellas eran chicas, no me quiero no imaginar las de cosas que le habrá contado sobre mi.

-Vaya la santita ahora es una falsa, madre mía.

-Déjalas, no nos vamos a rebajar a su nivel.

Al salir del colegio me encontré con Fly en la puerta. Me saludo como siempre, como sí nada hubiese pasado.

-¿Que haces aqui?- sone muy borde, pero... ¿y? él me había traicionado al igual que Inés.

- Los martes siempre te recojo.- eso era verdad.- ¿estas enfadada conmigo?

- Bastante, para que mentir.- se sorprendió al oírme.

Inés y Sofi se quedaron mirandonos, pero no se acercaron a ninguno de los dos. Ni se saludarlo, todo era como siempre.

-Anda vamos y me lo cuentas por el camino.

Ninguno de los dos hablaba y el camino se me hacia interminable. Mi casa estaba a cinco minutos del colegio. No aguanté más ese silencio.

-¿Cuándo pensábais decírmelo?

-¿El qué?- me dedico una de sus sonrisas.

-¿Os creís que son gilipollas o algo?- la irá me nublaba la mente- Lo de Inés y tú me da igual, pero no que os hayáis reído de mi todo este tiempo.

-¿De que hablas?

- Sofi es la mejor amiga de Inés, hoy os he visto a los tres juntos, como sí nada.- respiré profundamente para relajarme.- Se que es tú prima pero...

-La familia va antes que los amigos- al escucharle decir esas palabras fue más doloroso que un puñetazo en el estómago, fui incapaz de mirarle a la cara.

-Entonces se acabó todo.

-Leo no, no es eso, yo no me refería a eso, yo...

Mire la cadenita de plata que colgaba de mi muñeca, Fly me la regaló por mi cumpleaños y las dos muñequitas abrazadas fue el regalo de Inés. Le abrí el cerrojo y se la entregue.

-Leo, por favor, no quería decir eso.

El resto del camino que quedaba hasta mi casa lo hice corriendo.
Cuando estaba cruzando la esquina del patio, choque con alguien. Antes de caer al suelo su mano rodeo mi cintura evitando la caída. Sus ojos azules encontraron los míos. Nuestras caras estaban peligrosamente cerca, conteni la respiración para no cometer ningún error.

- Quique.- mi voz le hizo reaccionar y me soltó.- Gracias.

- Siempre nos encontramos así.- le sonrei.

- Últimamente sí.- noté como empezaban a arderme las mejillas, sólo deseaba que no se me notase.- Bueno, tengo que subir ya.

-Oye...- me gire y le mire a los ojos.

-¿Sí?

-Eh..., nada déjalo.

-Como quieras.

Al llegar a casa me tiré en la cama. Había sido un día larguísimo, casi me expulsan, mis mejores amigos mi traicionana. Bueno, ya se arrepentirian y vendrían los dos con el rabo entre las piernas ¿no?.
¿Yo fui la culpable de que Sofi y Fly se pelearan? Ahí yo no hice nada, Fly eligió por sí mismo nadie le obligó ¿quizás se sintiese obligado por mi? Aunque ya nose que creer.

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Perdón por no subirlo ayer, no me dio tiempo.

espero que les guste!!

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