martes, 13 de noviembre de 2012

Capítulo3: La competición. Más que la simple lealtad.


CAPÍTULO 3: La competición. Más que la simple lealtad.

La semana se me hizo eterna, parecía que no iba a llegar nunca el gran día.
Hoy tenía una cita con Sofi en la pista de skaters de Plaza de Armas a las 22:00, deseos de que fuese ya y poder patearle.

-¿Enserio piensas ir?

-Sep, oye Inés ven, veras que te lo pasaras genial.- le puse pucheritos pero me aparto la mirada. - sabes allí van chicos solteros y muy guapos.

- Cierto, pero o que estan metidos en la droga o borrachos las veinticuatro horas del día.

- Oye yo compito y me voy, nada más y lo sabes- soltó un suspiro pero continuó sin mirarme.- Luego cenamos o entramos en el cine, ¿te parece?

-Mi mamá dudo que me deje.

Leo se paso toda la tarde intentando convencer a la madre de Inés para que la dejase salir hasta tan tarde pero, fue en vano, no le dejaba llegar hasta mas tarde de las diez y media.

Fly vino a recogerme, iba con sus pantalones cagados oscuros, rajados por las rodillas, de su bolsillo derecho salía una cadenita que se unía con el lateral de su cinturón. Llevaba la camiseta verde de QuickSilver ancha que a mi tanto me gustaba. Su melena rubia iba peinada a su estilo skater pero está vez con su gorra negra y azul eléctrica de los Yankees de New York.

-¿Estas ya lista?

-Espera voy a por la sudadera.

Aunque hiciese calor no me fiaba del tiempo, además llevaba puesto unos mini-short vaqueros claros y una camiseta hombliguera fucsia con las converse fucsias. Este no era mi estilo de vestir pero, es el que tenía que llevar a ese sitio.

Una vez fuera de casa, Fly me llevó en moto hasta allí. Al llegar dejamos la moto en una de las rampas de skater.

Me fije en la gente que había, el ambiente cada vez era peor.
Nos fuimos acercando al grupito donde estaba Sofia. Ella vestía también unos mini-short, un top negro que más bien se podría decir que era la parte de arriba de un bikini y unas adidas altas negras y blancas.
Había recogido su pelo pelirrojo en dos colas altas que caían por sus hombros.
Se giro hacia mi y clavo sus ojos verdes manzana en los míos. Se había pintado excesivamente los ojos y los labios se los había pintado rojo pasión.

Llegamos a su lado y me fije en uno de sus acompañantes. No iba vestido como los demás. Este llevaba unos vaqueros azules y una camiseta blanca de billabong con unos kawasakys verdes y azul. Su pelo negro no era excesivamente largo, el flequillo le llegaba hasta el principio de sus gruesas cejas negras. Su piel había perdido casi todo el moreno, me atreví a mirarle a esos ojos azules en los que una se perdía.

-¿Leo?- aparte la mirada al oirle- ¿que haces aquí?

-¿Y tú?

-¿Os conoceis?- Sofi se puso a su lado.

-Ella es mi vecina.- fue muy seco al decirlo.

- ¿Enserio?- me puso mala cara- ¿Y como es vivir con una zorra de vecina?

La rabia comenzó a dominarme por completo. Las uñas comenzaban a clabarse en las palmas de mis manos. Fui a lanzarme encima de ella cuando un brazo me interpuso el camino.
Fly me sostuvo la cintura con muchísima fuerza, me empezaba a hacer daño.

-Veo que hoy la gatita saca rápido las uñas.

-Sofi, cállate- Fly hablo por mi, ya que su mano estaba en mi boca evitando que yo le soltase todas las bordereias que mi mente estaba creando.- Empieza ya esto.

-Fly no te entiendo- Sofi apartó la mirada de mi.-, te vas con ella envede con tú propia prima.

Noté como la mano que sostenía mi cintura disminuía la fuerza por cada palabra que Sofi le iba diciendo. Me sentí observada y al levantar la vista me encontré con esos preciosos ojos azules. Quique aparto la mirada disimuladamente.

-¿Que pasa te vas detrás de una cara bonita?- volví la vista a Sido, ¿había oído bien?- sabes que ella no quiere nada contigo.

La mano que sostenía mi cintura se soltó inmediatamente, mire a Fly, su sonrisa había desaparecido por completo.

-¿De que habla?- sabía perfectamente que se referían a mi, pero tenía la esperanza de estar equivocada.

Fly se giro y comenzó a andar hacia su moto. Corrí detrás suya pero no se paro para esperarme.
Se subió a la moto cuando conseguí alcanzable, apoye mis manos en el manillar por si él decidía darse a la fuga.
Le mire a sus ojos miel durante un buen rato esperando a que digese algo pero no lo hizo.

-Mira...

-Leo ya lose, se que me vas a decir y no quiero oírlo de tú boca.- levanté una ceja y le sonrei, me hacia gracia verle enfadado.

-Osea, que si te digo que tú prima está mal de la cabeza y que cada día empeora más pues mejor me callo.

-Me refiero a lo otro- se puso aún más serio que antes.

-Sí te molesta que lo sepa haremos como sí nunca hubiese oído eso.- le sonrei y le di un beso en la melilla- , anda vamonos, no quiero más peleas por hoy.

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