Capítulo5: La alumna nueva. Más que la simple lealtad.

La Alumna Nueva.

Desde que me desperté el día me pareció raro. Mientras me ponía el uniforme revise en Twitter mi horóscopo.

"Cáncer: hoy alguien que te ha provocado mucho daño y te ha robado la felicidad aparecerá en tú vida y te será difícil desacerte de ella".

Ueee..., hasta mi horóscopo me dice que mi día de hoy va a ser un desastre. Guardé los libros en la mochila, me puse el polar azul por encima del chaleco burdeos.
Pase por la cocina y saqué de la nevera un zumo de manzana, lo bebi a gran velocidad. Mire el reloj 7:45.

-¡Mierda!

Corrí hacia el cuarto de baño y me labe los dientes. Cogí el neceser y la brocha. Me puse un pocos de polvos para tapar el careto de recienlebantada.

Fui al cuarto y me colgué la mochila.
Salí corriendo de casa. Al bajar el último escalón no le vi, choque con él y ambos caímos.
Se me escapó una risita al ver todos sus apuntes esparcidos por el patio.
Me incorpore y le ayude a recogerlos.

-Losiento es que no te vi.- Le di el montón que yo había recogido.- están ya todos, bueno me voy que ya sí que voy tarde.

- Ten cuidado a ver sí te vas a chocar con alguien más.- se me escapó una sonrisa.

- Adiós Quique.

Pues mi día había empezado muy muy bien, demasiado bien. No se podía desear nada mejor. Nada más salir chocar con el chico que en tú infancia te enamoró perdidamente. Sinceramente lo que yo sentía no se ha pasado, al verle mi corazón se sigue acelerando de esa manera loca, cosquillas en el estómago y la necesidad de sonreír al mundo sólo porque le he visto.
Se que muchos pensaran que soy bastante rara, y están en lo cierto, hoy le he sonreido cuando le he visto, pero quizás sí le vuelvo a ver puede que sea la tía más borde que te hayas podido encontrar. Esa soy yo y no pienso cambiar nunca.

Llegaba ya muy tarde, a la primera hora ya no me dejaban entrar. Llegué al callejón en el que todas mis amigas se iban a fumar antes de entrar en clase. No me esperaba ver a Marina, hoy se había dejado su melena morena rizada suelta.

-Buenos días Marina, ¿se te pegaron las sábanas?

- No me daba tiempo a fumar asique aquí estoy.- subió el cigarro y me la puso a la altura de mi boca, le di una calada. Saboree el humo que llegaban a mis pulmones y lo solté todo- ¿tú no decías que ya no fumaban?

- Y no fumo- levanto una ceja- bueno sólo uno al mes y le doy alguna que otra calada nada más.

-¿Has echo la traducción de inglés?

- Sep.

-Dejamela por favor.

En esa hora que pasamos fuera del colegio terminamos las actividades que no habíamos hecho.
Escuchamos sonar el timbre y entramos.

Todas las niñas de la clase rodeaban la mesa de Carmen, Sara y Mariel. Me abrí paso quitando la gente para ver de que se trataba tanta buya.
En el sitio vacío estaba sentada una chica de ojos verdes manzana, una cola baja pelirroja y dos orquillas que tiraban de su flequillo hacia atrás. Frote mis ojos con fuerza para asegurarme de la persona que tenía en mis narices.
Saco una sonrisa burlona al ver mi reacción.

-¿Que haces aquí?

-Estudiar ¿no me ves?- lo dijo en un tono muy bacilon- veo que lo de que las rubias sí que sois de aquí- con su dedo índice señaló su cabeza- bastante cortitas.

Decidí quitarme de en medio aunque los deseos de asesinatos aumentaran cada segundo que pasaba.
No podía meterme en más líos en el colegio, estaba amenazada con la expulsión inmediata. Me senté y espere a que Inés se sentase a mi lado, pero no lo hizo hasta que la profesora de Inglés no entró.

- Chicas os quiero a todas sentadas ya en sus sitios, hoy veremos una película, mientras Cris y Ángela lo preparan quiero que saqueis vuestras redacciones.

Deje el cuaderno abierto por la redacción, mire de reojos hacia mi izquierda. La pelirroja esa, de los miles de colegios que había en Sevilla tenía que venirse a este.

La película era muy aburrida, me eché encima de la mesa. En esa media hora dormiria algo.
Una bolita de papel de la mesa de mi izquierda cayó encima de mi falda.

" Chica popular pierde toda su fama al aparecer en su colegio Sofía Castro"

Le mire y me guiño un ojo, esa chica me sacaba de mis casillas y un curso entero con ella no iba a poder.
Inés me cogió la notita y la leyó.

-No vas a hacer nada.

-¿Ahora lees la mente?- le saqué la lengua.

-Tú mente la leería hasta un mono.

- La odio.


En el recreo mis amigas la sentaron en mi grupo. Abri, bueno, partí el plastiquito de la pajita y al clavarlo imagine que el brick era Sofía. Lo clave con tanta fuerza que salto un poco de zumo encima de mis nauticos.

El día se me hizo larguísimo. Fui la primera en salir del colegio.
En la columna de enfrente de la puerta estaba Quique, tenía el pie derecho apoyado en ella, en su mano derecha tenía una carpeta con una pegatina de la Universidad de Sevilla.

- Hola- me dedico una sonrisa que me dejó sí respiración.

-Hola- le dedique otra sonrisa.- ¿qué haces aquí?

Detrás de mi salió Sofi, salió corriendo. Saltó encima de él y le dio un beso en los labios. Sentí una fuerte presión en el pecho que apenas me dejaba respirar. Mis ojos empezaban a nublarse por las llágrimas.
Empecé a andar rápido hacia casa. Sólo me apetecía encerrarme en mi cuarto, tirarme en la cama y llorar hasta quedarme dormida.


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Este captítulo se que es un poco bajona, pero espero que hayáis disfrutado mucho.