martes, 20 de noviembre de 2012

Capítulo9: El beso. Más que la simple lealtad.


El beso

Las semanas pasaron y pasaron.
Fly fue el único que hizo el intento de comunicarse conmigo, Inés no hacia ni el intento de mirarme.
Ale vino ese día a recogerme al colegio, me hizo recordar viejos tiempos cuando él y yo estábamos juntos. Le dedique una de mis mejores sonrisas, al menos alguien no decidía alejarse de mi.

-¿Qué tal el día?- me dio dos besos en cada mejilla.

-Uff..., algo más aceptable que los demás- paso su brazo por mi hombro- ¡Gracias a Dios hoy es viernes y la semana que viene ya es mi última semana en el colegio!

-Cariño a veces exageras demasiado- ya estaba acostumbrada a esa palabra, me las repetía unas mil veces al día.- ¿Tienes plan para hoy?

-Iba a quedar con Cría, Mariel y todas ellas, ¿por?

-Nada- sonó muy cortante.

-Oye quiero estar con ellas siempre estoy con vosotros, por una vez que salga con ellas no se va a acabar el mundo.

-Recuerda es el año 2012 y vas a morir sindo virgen a los dieciséis años.

-Ya estamos con esas...- lo dije entre dientes.- ¿qué tiene eso de malo?

-Nada en absoluto.-me dedico una sonrisa lasciva.

- Pues entonces chiton.

Esa noche quede con las chicas en Chile, no estaba muy lleno para ser un viernes, eso sí los chonis ya habían descubierto donde se salía últimamente.
Uno de los chicos del grupo no paraba de mirarme, le di un gran buche a mi ginlemon al ver que el señorito que me miraba era nada más y nada menos que Quique, le sonrei y el instintivamente ando hacia mi. Iba muy guapo, una camisa de rayas finas rojas y blancas, unos chinos caquis y los naticos marrones. Como siempre su molena negra la llevaba despeinada. Al llegar a mi lado me dio dos besos. No me los esperaba y se me escapó una sonrisa.

-No sabía que fumaras.

- Ni yo que tú bebieras- le sonrei al ver la cara indescriptible que me dedicó.- ¿te vas a chivar a mi mamá?- le hice pucheritos que surgieron efecto.

-Después de tantos años aún sigues sabiendo manipular a la gente- me enfade un poco por su comentario, yo no manipulada a la gente. Sonrió de lado al ver mi reacción.

-Pues tú tampoco es que hayas cambiado mucho, sigues siendo el niñato que...- me acerque más a él, noté como su cuerpo, poco a poco se iba tensando y eso me hizo reír- que una chica que es dos años más pequeña que él le sigue intimidando.

-¿Tú? jajaja ni de coña, tú no me das miedo- levanté una ceja y le dedique una de mis moraditas asesinas- rubita, no me das miedo.-¿me había llamado rubita? Control, leo control..., es sólo una forma de hablar nada más.

-Dame el cigarro ahora mismo- mi voz sonó amenazante pero no del todo convincente.

-No.

- Te he dicho que me des el puto cigarro.- nuestras caras quedaron apenas unos centímetros, mi corazón me volvía a traicionar.

-A cambio de un beso.

- Sueña, es gratis.

¿Era gilipollas? ¿Cómo pude moverme de allí sin saltar a sus brazos? Ah, sí..., yo no era ninguna zorra y sí el tenía novia pues era "Zona prohibida", alguien que aunque me tuviese loca como él me tenía y mis deseos hacia el fuesen innumerables, al tener novia no podía tener con el nada.
Antes de llegar al lado de Mariel noté una mano agarrando mi muñeca, sus preciosos ojos azules estaban penetrándose en los míos. Fui incapaz de moverme, se hacerlo lentamente hacia mi, note como mis mejillas empezaban a arderme. La noche evito que él me viese así o eso esperaba. Acarició con la llena de sus dedos mi brazo, eso me ponía aún más nerviosa. Decidido me dejaría llevar, además, era el chico que me tenía perdidamente enamorada y sí deseaba poder probar esos labios tan deseables. Un cosquilleo comenzó a surgir en mi estómago. Al fin unimos nuestros labios, nuestras lenguas comenzaban a jugar entre ellas, la mano de Quique llegó a mi cintura y me empujo con más fuerza a su cuerpo. Apolle mi mano izquierda en su pecho, y al parecer bastante musculosa. Se me escapó una sonrisa. Mi otra mano le rodeo el cuello. Sin duda el beso era mejor de los miles que me pude imaginar que él podría darme.
El beso finalizó cuando ambos nos dimos cuenta que para seguir vivos necesitábamos oxígeno.
Estuvimos mirandonos un buen rato a los ojos, él tenía una sonrisa muy bella y..., vale no sabía como describirla, pero en mi vida se le había visto y me hizo feliz saber que fui yo la causante.
Una punzada en el pecho me hizo bajar de mi sueño. Sofi. Sí era ella ahora en la que pensaba y lo que me haría sí se enteraba. Quique lo notó.

-Perdóname, no sabía que tuvieses novio.- una sonrisa nerviosa escapó de mi.

-No tengo novio pero tú si- me puso mala cara-, osea, novia.

-Ella me pone los cuernos cada vez que me doy la vuelta...- le volví a interrumpir.

-¿Enserio?- asistió- teniendo alguien como tú y aún así ve la necesidad de poner cuernos- vi una sonrisa dibujarse en su rostro- quiero decir...

-¿Eso era una indirecta?- se lo negue- ha sonado a indirecta.

- Capullo, no ha sido ninguna indirecta.

Mariel y Crís se acercaron a mi. Quique se autopresento sin darme la oportunidad de hacerlo yo misma.
Ambos grupos se unieron en la noche. Quique estuvo toda la noche a mi lado y me robo algún que otro beso.


En el finde semana me olvide por completo de Ale, no le contesté a los incesables Whatsapp. El domingo por la noche Quique y yo nos escapamos por la noche de nuestras casas y nos sentamos detrás del edificio, en las escaleritas.
Hacia bastante frío a esas horas de la noche. Nada más verme salió a mi encuentro y me beso apasionadamente en los labios. No me cansaria nunca de besarlos.
Nos sentamos en las escaleras. Pasó su brazo por mi hombro y apoyé mi cabeza en su pecho. Pude notar el latido de su corazón y iba un poco más acelerado de lo normal.

-¿Cómo se lo ha tomado Sofi?- levanté la mirada y encontré sus ojos que no se habían apartado de mi desde que me vio.

- Mejor de lo que pensé, de hecho me dijo que estaba de rollo con uno y que no sabía como deshacerse de mi.- Saco una sonrisa perfecta- me quite ese peso de encima- solto un suspiro lleno de alivio.

-¿A ella la querias?- se sobresalto con mi pregunta. Deseaba oír un no, o tan sólo un Querer a alguien de esa clase es como amar una sustancia de desecho.

-No pienso mentirte y sí a ella la quise, pero de una manera muy diferente a la que te quiero a ti.- sus ojos tenían un brillo extraño y muy sinceros, provocaron que mi corazón latiese a mil por hora.



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hola!!! se que todos mis cap son muy cortos y siento sí eso les desespera, he de decir que soy nueva en esto y nose sí tendré mucho futuro con esto, me gusta escribir y disfruto mucho con ello.

Espero que os guste y por favor comentar y voten sí les gusta.

muchas gracias un besasoooooooo :P

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